El niño, la pinta y el Santa María
Por: Ernesto Barreda Arias
Dicen que en política es casi imposible superar la valla del padre. El apellido pesa, el pasado duele y muchas culpas se heredan. En el caso del aprista Luis Carlos Santa María Mecq, casi se confirma la regla. Familia trujillana con una indeleble estrella tatuada en la frente.
Pero ojo, Luis Carlos estuvo de orador principal en el mitin de la Fraternidad en el local central nacional del Apra. Que fue poca gente? Puede ser. Que el Apra está roto? Así dicen. El asunto es que el trujillano la rompió en su casa política (y superó al padre que no alcanzó a ser orador en fraternidad), que fue invitado por ambos Secretarios Generales, se paró en el estrado y dejó chiquitito al chivolito hijo de la actual ministra Cayetana Aljovín, alumno de la Escuela de Oratoria de los ‘papistas’.
Luis Carlos fue el único voceado candidato que estuvo en el acto central durante la Sesión Solemne de homenaje a Haya de la Torre en Trujillo. No fueron ni el único congresista ni los alcaldes de dicho partido. Santa María Mecq, ha sabido manejar su barbada pinta con jean y zapatillas, como exregidor y prudente manejo mediático.
Santa María fue convocado a la Comisión nacional organizadora del congreso aprista representado al norte peruano. Y obtuvo 126 mil votos en las municipales 2014, la segunda votación más alta del país, lo que aportará en el número de delegados al cónclave nacional. La historia dice que la carabela Santa María capitaneó la expedición de Cristóbal Colón, cuidado que el desembarco puede ser en Trujillo.
Fuente Diario Correo.
Columna: De junco y capuli